LO MÁS NUEVO

Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

sábado, 7 de mayo de 2011

El camino de Emaús



Muchas veces aquellos que siguen más de cerca a Jesús pasan por momentos de mayor prueba y dificultad. No se necesitan muchos argumentos para mostrar que los cristianos comprometidos pasan por momentos muy duros en la vida. Es una realidad que salta a los ojos. Más aún, parece que aquellos que están más cerca de Dios y que se han confiado de modo más total y absoluto a Él, el Señor los prueba más duramente y da la impresión que los abandona por momentos o temporadas.

Pensemos en esos grandes héroes de la fe, como el beato Juan Pablo II que sufrió tanto en la perdida de sus familiares y amigos, así como todas las contrariedades de la II Guerra Mundial y el posterior régimen comunista. Pensemos en el Padre Pío que tenía experiencias tan místicas de Dios y, al mismo tiempo, sufría físicamente por los estigmas y moralmente por la incomprensión humana. En realidad, ellos hacen la experiencia de Jesús: se abandonan en las manos del Padre y saben que no quedaran defraudados. Aceptan de Dios con gozo cuanto Él les quiere enviar, porque no se detienen a considerar el obsequio, sino el autor del mismo. Siempre y en todo miran a Dios que es amor y eso les hace superar cualquier obstáculo y dificultad.

Dios es amor y Dios es más fuerte que el mal y que el pecado. No nos desalentemos, por tanto, cuando parezca que Dios nos tiene un poco abandonados. En realidad, Él nunca nos abandona, en todo caso se oculta por momentos para vernos luchar y para robustecer nuestra fe. Animémonos como los primeros cristianos a vivir nuestra fe por encima de cualquier adversidad. Vivamos nuestra fe, no como un “minimum” necesario, sino como el sentido que orienta y dirige nuestra vida.

3 comentarios:

MDR dijo...

Bella entrada, con una aclaración muy grande para mí.
Gracias!!

Anónimo dijo...

muy lindas palabras... Dios nunca nos abandona aunq asi lo parezca. Bendiciones.

Unknown dijo...

Saludos. Que grata entrada. Pues, si, así parece, como si estuviéramos SOLOS, pero el Señor siempre sale a nuestro encuentro. Gracias.