LO MÁS NUEVO

Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

viernes, 29 de julio de 2011

Lo poco compartido



"No es mi problema". Algo así pensaron y dijeron los discípulos de Jesús en aquel despoblado, ante el problema de aquella multitud sin comida. Y los discípulos eran buena gente, como la mayoría de los hombres y mujeres de ayer y de hoy. Pero una cosa es ser más o menos bueno -un poco aquello de: yo no robo ni mato- y otra bastante distinta es sentir los problemas de los demás como propios.

Jesús, sin embargo, no aceptó el sencillo decir "no es mi problema". Antes de hacer lo que solemos llamar el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces, hace como otro milagro, previo y más importante -y quizá incluso más difícil-: el milagro de contagiar su interés por todos, su preocupación por todos, su acción eficaz en favor de todos. No hace falta que la gente se vaya: que cada uno por su cuenta busque la solución de su problema. Traigan lo que tengan, aunque sea poco. "Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio". Y lo poco compartido, se convirtió en mucho, suficiente para todos y aún sobró. Y es que lo que tenemos -aunque sea poco- si es compartido, siempre es mucho.

3 comentarios:

R.Portillo dijo...

Compartir lo poco que uno tiene es ta bello, es maravillosa la sensación de alegria que se experimente el simple hecho de ayudar. Preioso.
Su amiga por siempre.

Anónimo dijo...

Es que Jesús hasta se reparte Él mismo ... nosotros hemos de seguirle.
Saludos

Unknown dijo...

Hace falta tanta fraternidad hoy!