LO MÁS NUEVO

Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

miércoles, 26 de enero de 2011

Miradas

¿Por qué, a veces, no conseguimos ver? Miramos y no vemos. Nos miran y no nos ven. Nada puede ser más ciego que unos ojos sanos, bien conectados a un cerebro fuerte, pero dirigidos por un corazón enfermo o malvado. Por eso en la mirada se suele descubrir la primera señal de afecto o de enemistad. Todos saben que ante una mirada acogedora tienen posibilidades de ser entendidos, comprendidos, en la doble profundidad de la palabra ‘comprender’. Saben también que ante una mirada de sospecha o de franca hostilidad no se puede hacer mucho. Salvo que esa mirada hostil tenga un fundamento —un comportamiento, quizá— que esté en nuestra mano remover. Si no, solo cabe esperar que el corazón del otro cambie. A falta de ese vuelco interior, da igual lo que el mirado diga o haga por muy verdadero que sea, puesto que el centro de control impedirá que los ojos vean y los oídos escuchen más que lo que quieren ver y escuchar. Otro tanto ocurre con las miradas interesadas o las obscenas:  el otro queda sometido a la condición de cosa útil o placentera mientras no sane el corazón que lo mira, porque la mirada sobre los demás, es cierto, decide sobre mi propia humanidad: soy como miro, se podría decir.


10 comentarios:

Kara dijo...

La mirada es el espejo del alma. Un abrazo ¡¡

Angelo dijo...

he visto tantas miradas a lo largo de mi vida que realmente puedo decir que ellas usan un lenguaje. La maldad, el odio, la envidia, se constrastan fuertemente ante las miradas serenas , gozosas, buenas, santas... sí las miradas son reflejo del interior.
Off topic: me gustan los cambios del blog. Un abrazo

LAH dijo...

"Porque lo esencial es invisible a la vista, sólo se vé con los ojos del corazón" algo asi decia el Principito de Saint Exupery, y eso voy buscando yo las miradas del corazón, muy bonita reflexión, un abrazo

Anónimo dijo...

La mirada nunca engaña.
Un abrazo.

Ortega y Gasset decía que "todo ver, es un mirar".

Anónimo dijo...

Buen escrito, me parece de buena enseñanza práctica.

A LA MIRADA DE UNA MUJER...
Cómo me gozo con tus labios dulces, "tu mirada tierna y gentil"....con tu roatro hermoso y juvenil.
Amor y fe

Miriam dijo...

Que agradable es la conversación con alguien de mirada franca

Norma dijo...

Cuánta verdad en tu entrada. Gracias por publicar.
Cariñosssssssssssssssss

P. Enrique dijo...

Interesante post, creo que en pocas palabras a logrado decir mucho. Cuantas miradas hemos desperdiciado por no "saber mirar". Dios le bendiga, saludos.