LO MÁS NUEVO

Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

domingo, 10 de abril de 2011

Parecidos



Me dijeron hace poco que conocían a un tipo igual que yo. Respondí que tengo una cara vulgar y que eso ocurre mucho: con frecuencia, alguien señala mi tremendo parecido con otro sacerdote que estuvo en el lugar que estoy actualmente, con un doctor de mi pueblo, con un primo que tiene la misma seriedad, incluso con el actual ministro de relaciones exteriores de mi país.  

La que me lo dijo es una señora, que hace poco conocí.

Ayer esa misma señora, con una sonrisa, se acercó y me dijo: “La persona de la que le hablé se la traigo aquí”. Traía una foto grande de un tipo que estaba posando en Universal Studios. El personaje llevaba una gorra que ocultaba la parte superior de su cabeza, pero daba igual. Aquel tipo tenía los mismos rasgos físicos que tengo yo.

No sé si a ustedes les habrá ocurrido, pero resulta muy duro ver el propio cuerpo en manos de otro. Al notar mi espanto, la señora añadió: “Pero es que, además, tiene sus mismos gestos e incluso viste de un modo muy parecido”. La fotografía no permitía advertir nada de eso, pero sí un parecido asombroso. “¿Es buena persona?”, me atreví a preguntar casi sin voz.

2 comentarios:

Mar dijo...

Pues conozco a una persona que desde que me vio me dice que me parezco a la Vinuesa de su pueblo pero tal debe ser el parecido que ya me llama así.
Tengo ganas de conocerla.

Edit dijo...

Que impresión...
Realmente da para pensar y meditar mucho, luego de semejante sorpresa.
La importancia de la imagen y el buen nombre, lo tiene muy arraigado en su corazón. Llego a esta conclusión por la pregunta que le hizo a la señora.
Le dejo mi cariño...