LO MÁS NUEVO

Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

viernes, 23 de abril de 2010

Molestia


Al publicar este post, no puedo menos que volver la vista atrás y buscar la misma denuncia en el pasado. Me refiero entonces a la mentira, a las falsedades, a los falsarios y dejo, de nuevo, a la reflexión de todos, estos acosos cibernéticos.

No puedo dejar de hacer balance y no sé que me da que me quieren confundir, destrozar o al menos dejar de hacer lo que considero un bien para mis hermanos. Me quieren hacer vivir en la confusión, con confusión o de la confusión, pues también hay vivales. (Qué cosa tan particular es una preposición que cambia el sentido del vivir). Que me queda por decir, pues que mi obrar sigue algún tenor o modo en las acciones y allí está mi seguridad.

Por seguir estas pautas, unos se pueden revelar, otros pueden lanzar acusaciones falsas y otros animarme a acomodarme a las circunstancias particulares; en fin, hay quienes se quieren aprovechar de sucesos falsos para lograr sus propias conveniencias. ¿Y si no tuviera tenor, porque todo vale o pudiera valerme? Sino hubiera tenor, no habría “razón” de ser, de estar. Acabemos pues con el tenor –se proponen- y acabaremos con su buena racha y tutti contenti…!

Es comprensible que la necesidad de “progresar” en algunos proyectos personales, ser aceptados o el simple hecho de hacer el mal lleva a algunos a perder los papeles, o a dejarlos en casa. Decía Cherterton que “en un mundo de fugitivos hacia tantas derivas absurdas, quien con cuidado y paciencia trata de no perder el camino justo, parece que es el único que no escapa a la realidad”, que es raro, diríamos hoy. En efecto, algunos creemos -como ya lo he escrito- que la vida no puede consistir tan solo en un vivir que se acaba en si mismo, sino tener un “para”, es decir, un sentido que hace que merezca la pena vivirla.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro que hay un "para", siempre lo hay, cada dia uno nuevo.

Un abrazo.

Yahuan dijo...

Pues yo pienso que al lado de nosotros vive la continua invitación a dejar la estabilidad, los principios, los valores, el equilibrio, y, por supuesto, de dejar a Dios.

Se presenta demasiado fácil esa invitación pero se trata de que lo que está en juego es la vida, nuestra vida, esa vida que late en nuestras venas y que en vez de latir de esa forma, terminaría simplemente rozando si se abandona el tenor.

Definitivo que hay muchas personas que en su diario vivir solo viven el día lleno a veces de cosas negativas y que no contribuyen al crecer tanto de ellas mismas como de los que las rodean.

A veces hacer cosas diferentes y arriesgarnos, pueden traer las críticas negativas y destructivas, creo que si desarrollamos la inteligencia emocional, podremos avanzar y evitar todos esos obstáculos que la “vida” nos pone.
Saludos

Nota. Que ratón más montado ese jajaja.

R.Flores dijo...

Son muy pocos los que están dispuestos a pagar ese precio tan alto de ser raros, ser diferentes o llamar la atención, pero entre los pocos que que se esfuerzan por hacerlo son los que realmente llegan a conocer la realidad y es cuando son contradecidos.
Vale la pena ser diferentes y no ser uno más del montón.

Roberto, estamos en el ojo del huracán y no saben como perdese que vienen a los que intentamos hacer el bien a ponernos zancadillas con lo cual lo que hacen es el efecto contrario. Nos molestan sí, pero nos fortalecemos mucho más.
Con ternura.
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P