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Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

sábado, 17 de julio de 2010

Betania, Marta y María

Hoy nos habla el Evangelio de que Jesús va a Betania y se hospeda en casa de Marta y María, las hermanas de Lázaro. No es la única vez que entra el Señor en esta casa, como nos lo indica, por ejemplo, el evangelista san Juan. Se ve que Jesús se encontraba a gusto con aquella familia que le ama con sencillez y generosidad. Allí había calor de hogar, un ambiente de sosiego y de paz, de dicha serena y entrañable. De ahí que podamos considerar Betania como un modelo para nuestros hogares que, por la predilección de Jesús, debería parecerse al de Nazaret. Es de gran importancia conseguir que el propio hogar tenga ese calor de familia, que sea un lugar en el que gusta estar y vivir, un sitio para descansar y recuperar fuerzas, el rincón íntimo de nuestra vida en el que encontramos cariño y comprensión, consuelo y ánimo para la lucha y el trabajo de cada día, descanso para las fatigas que la existencia humana comporta.

Marta y María a pesar de ser hermanas eran, sin embargo, muy distintas. Marta parece nerviosa e inquieta, se preocupaba demasiado de las cosas materiales, se angustiaba porque no llegaba a lo que ella quería. Se multiplicaba para dar abasto con el servicio, dice la versión litúrgica de este pasaje de San Lucas. María por el contrario aparece tranquila y de carácter sosegado. Y se plantea, dentro de estos caracteres, esa cuestión interesante y difícil. La del sentimiento místico dentro de la oración y de la cercanía a Jesús. Y el planteamiento de la acción, de la necesaria acción para hacer crecer el Reino de Dios. Planteadas esas dos posturas como contradictorias son, en realidad, coincidentes. Todos los santos han sido místicos en la acción. Y eso es lo que deberíamos ser nosotros.

6 comentarios:

La comparación de estas dos hermanas es realmente maravillosa. Una preocupada por el momento presente y la organización de las necesidades materiales... la otra conocedora de que Dios provee nuestras necesidades si nos dejamos a nosotros mismos reposar en Su hombro.

La mística no es tanto un alejarse de la realidad... como un dejar a la realidad el lugar que tiene en cada momento.

Mística que es búsqueda del Misterio que Dios nos señala como Camino, Verdad y Vida.

Dios le bendiga :)

Anónimo dijo...

Querido Roberto,
Es una hermosa entrada que nos hace refleccionar sobre la importancia de la familia, el calor de hogar, lugar de descanso y oración, "familia que reza unida, permanece unida", cuanto tenemos que rezar por la familia, se está despedazando.
Cariños desde San Isidro.-Perú
!Qué Dios os bendiga!

María del Carmen

Anónimo dijo...

P.Roberto gracias por esta entrada, siempre me turbo este pasaje del evangelio, siempre pense ¿no se puede amar desde la acción? ¿no hay un termino medio?... un hacer las dos cosas a un tiempo,procurar que todo marche sin apartar el pensamiento, la mirada, la palabra de lo que realmente hace grande nuestra vida...
Hoy P.Roberto sus palabras me descubren que es posible, que se puede ser Marta y María a un tiempo si la acción nos lleva a Dios, si detras de toda acción esta Nuestro Señor.
"Todos los santos han sido místicos en la acción " Gracias por explicar lo que yo imaginaba

Siempre ha sido polémico este evangelio, pero visto desde mi prespectiva de Monja claustral, en la que nos etiquetaron de "Vida Contemplativa" como si mis hermanas religiosas de vida activa , es decir con apostolado en el mundo, no fuesen tan o más contemplativas que las que vivimos en el claustro. Pero sí que es cierto que se favorece mucho más la contemplación y en consecuencia a la mística si se vive en un recinto donde el silencio es el viviente de la casa.
con ternura.
sor.cecilia

R.Flores dijo...

Este evangelio nos hace mucho reflexionar sobre el tiempo que dedicamos a Dios y la hospitalidad que debemos tener para con el, es que nos parece aburrido muchas veces estar en la presencia de Dios!, es dificil y agotador trabajar, es dificil sentarse con un libro a pensar y a escribir; pero mucho mas dificil es ponerse de rodillas delante de Dios una o dos y eso es lo que hace María.
Lo que hace Marta está bien, pero cada cosa tiene su momento...

Paula Yapur dijo...

Hola Roberto, gracias al blog de SED CONSOLACION, acabo de conocer tu páina.
Felicidades! Por aquí seguiremos "viéndonos" y BENDICIONES!!
Paula Y.C.