Correspondencia fraterna
Quiero expresar -en este post- el agradecimiento a todos los seminaristas por su dedicación generosa a lo largo del año pasado, por su servicio y trabajo, por su buen hacer. Desde acá, a donde me ha destinado la obediencia, seguiré sin duda muy pendiente y colaborando en el quehacer de quienes han compartido conmigo.
Por mi parte, también de manera cordial, me pongo al servicio y a disposición de todos. Quisiera mantener la cercanía a la que hemos llegado y, si es posible, mejorarla. Quisiera que la parroquia en que estoy sea casa de todos, el hogar en el que todos pueden entrar, participar, sentirse a gusto; escuela que proclama y hace resonar los valores de la fraternidad; y quisiera, especialmente, que esta hermosa tarea la lleváramos adelante entre todos, con la participación y colaboración de todos. La puerta está siempre abierta.
Me resulta grato manifestar esto con la alegre noticia de la pronta beatificación de Juan Pablo II. Él sigue proclamando y transmitiendo hoy un mensaje de santidad para los jóvenes, especialmente, pero también para todos. Todos los cristianos estamos llamados a la santidad. Es la gran meta de nuestra vida, porque esa es la voluntad de Dios. Ésta es, pues, nuestra gran empresa; ninguna otra empresa humana se le puede comparar. Pongamos manos a la obra. Desde nuestro propio testimonio de vida podemos también difundir este extraordinario mensaje: que Dios quiere que seamos santos y que su amor nos va a guiar y acompañar siempre en esta tarea.
A disposición siempre.
6 comentarios:
Muchísimas gracias padre, gracias a usted por su esfuerzo y dedicación, por sus desvelos y todo lo que nos aguanto y nos seguirá aguantando.
Que Dios le bendiga!
Que entrada más bonita. Que Dios bendiga a todos los sacerdotes. Un abrazo ¡¡¡
Viva Juan Pablo II¡¡
Y que todos nos encontremos un día, en el cielo
Juan Pablo II gran ejemplo de humildad. Que bendicion la que nos concede Dios.
Enhorabuena por tu Parroquia, qué gran labor la tuya, os encomendaré con cariño.
La santidad, que ya sabíamos, de Juan Pablo II es esperanza y alegría para todos.
¡Que seamos santos!
saludos, desde hoy te sigo... bendiciones
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