LO MÁS NUEVO

Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

martes, 21 de septiembre de 2010

Acompañamiento

Ahora que escribo con menos frecuencia en este espacio, me impresiona mucho la necesidad de hacerlo. Influirá también, supongo, el paso del tiempo, el momento, no sé.

El caso es que acabo de enterarme de algo que indudablemente me ha dejado con los pelos de punta, y al palpar la maldad de la que a veces mucha gente es objeto, hay que luchar contra un agobio progresivo de todas las facultades.

Ciertamente no soy un crío y, por formación y experiencia, sé que esos momentos existen. Pero la sensación muy humana de preocupación persiste. No sé cuántos momentos así he pasado. Muchos. Algunos de ellos, además, francamente sin que las personas las merezcan.

Siempre he tenido muy en cuenta que la responsabilidad que me atañe, aun cuando sea mal interpretada, debe permanecer siempre. Pues es menester ayudar. De tal modo que ayudar, sin una atribulada reverencia de los riesgos que comporta, es una frivolidad.

Por eso, cuando me asusto de la maldad del ser humano, recuerdo la experiencia de una señora llamada Socorro que, cuando alguien le había causado algún mal, se iba a la Iglesia, ponía todo en manos de Dios y se quedaba tan tranquila.

Después de todo, como dice el Apóstol: “Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Más aún, nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza. Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado.” (Rom5,1-5)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si, ciertamente cuando uno ve la maldad en algunas personas el instinto le lleva a alterarse y a querer luchar contra esa maldad, , es dificil no sentir el corazón sobrecogido.
Desde hace ya tiempo procuro ponerme siempre en el lugar del otro , intentar entender, y cuando no entiendo ya no me pregunto, me alejo de la polémica e intento rezar por quien esta causando el mal para que su corazón no se oscurezca.A veces he visto asombrada como devolviendo un perdón a cambio de una mala acción o simplemente haciendo un bien a quien nos ha causado mal, este se ha quedado tan desconcertado que ha acabado reconociendo su falta avergonzado.
Un abrazo Estimado Roberto.

Siempre, al menos ultimamente, cuando experimento una daño u ofensa que me han causado, trato de serenarme y mirar al SEÑOR, es decir, ponerme en su presencia.

Eso me tranquiliza y me hace entender que tengo que amarlo, lo cual no significa que sea tonto, pero sí amarlo, porque DIOS lo ama y es su hijo también, y lo perdona.

Esa breve meditación me llena de paz, me tranquiliza, y en el fondo de mi alma siento que, aunque me defienda, no odio ni deseo venganza, sólo paz y amor.

Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Anónimo dijo...

Siempre contacto con mi alma, ese yo superior o Señor que vive dentro de nosotros mismos, y que no es ni masculino ni femenino sinó sólo presencia, para tener la fuerza de mirar hacia la Luz.



Gracias.

MDR dijo...

¡Hola Roberto!
Creo que solo con Dios encontramos paz y sabiduría para saber actuar lo más asertivamente ante las situaciones díficiles.
Besos

Unknown dijo...

Si me lo permites...
¡Socorro!

Un abrazo
Al + Mc

eligelavida dijo...

Una interesante reflexión. Quisiera además suscribir el comentario de Salvador. Desde que lo conozco, lo admiro profundamente, pero mi admiración crece cada día por la forma tan sencilla que tiene de explicar las cosas más profundas.

Un saludo a todos!

Estimado Roberto:
Mañana día 7 «Estoy a tu lado» cumple un año de vida bajo la advocación de la Virgen del Rosario.
Por ello tienes un premio ya que fuiste uno de los primeros en ser seguidor de Jeús en mi blog.
Cuando quieras lo pasa ha buscar y dejas constancia de ello.
Gracias por tus comentarios " a vuelo de pájaro" de prisa y volando como voy yo en medio de un océano de tantos amigos de Dios.
Recibe mi ternura y ya sabes de siempre que oro por tí.
Sor.Cecilia